¿Te has preguntado alguna vez cómo llega esa bolsita de pimentón de la vera a tu despensa? Detrás de ese polvo rojo que da sabor a tantos de nuestros platos favoritos se esconde todo un proceso artesanal y tradicional. En este artículo te vamos a contar paso a paso cómo se obtiene el famoso pimentón de la Vera, desde el cultivo de las plantas de pimiento hasta su transformación en polvo y envasado. Verás el trabajo de muchas familias extremeñas que han dedicado generaciones a preservar la calidad y el sabor inconfundible de este producto. Te sorprenderá descubrir la paciencia, el mimo y la dedicación necesarios para obtener unos pocos gramos de este oro rojo. Acompáñanos en un viaje a los campos y secaderos de pimientos de la Vera, una comarca de Extremadura que ha hecho de la producción de pimentón su seña de identidad.
Cómo se obtiene el pimentón de La Vera
Para cultivar el auténtico Pimentón de la Vera, se necesitan unas condiciones muy específicas. Primero, el clima debe ser mediterráneo, con veranos secos y calurosos e inviernos suaves. Las temperaturas deben oscilar entre los 15 y 30°C durante la temporada de cultivo.
La tierra también es importante. Se necesita un suelo profundo, fértil y bien drenado, con un pH ligeramente ácido. Antes de plantar, es una buena idea analizar el suelo y enriquecerlo con materia orgánica.
Siembra y trasplante
Se siembran las semillas en almácigos durante la primavera y se trasplantan las plántulas al aire libre un mes después, cuando miden unos 15 cm. Hay que plantarlas a una distancia de al menos 1 metro entre plantas y en hileras separadas 2 metros.
Durante el cultivo, riega regularmente y aplica fertilizante orgánico cada pocas semanas. También es importante podar las ramas laterales para favorecer el crecimiento de la planta.
Cuando los frutos empiezan a enrojecer, sabrás que están listos para cosechar. Cosecha los frutos uno a uno cuando alcanzan un color rojo intenso, y déjalos secar al sol durante 1-2 semanas hasta que se arruguen. ¡Y disfruta de ese delicioso pimentón de La Vera!
La recolección del pimentón
La recolección del pimentón de la Vera es un proceso artesanal que se ha mantenido prácticamente intacto durante siglos. Una vez que los pimientos han alcanzado su madurez óptima, están listos para cosecharse a mano.
Los agricultores locales cortan los tallos de los pimientos utilizando pequeñas tijeras de podar, teniendo cuidado de no dañar los frutos. A continuación, los pimientos se transportan en cestas hasta las instalaciones de secado. Allí, se lavan y seleccionan meticulosamente para eliminar cualquier pimiento imperfecto antes del secado.
El secado al sol
Los pimientos se extienden sobre grandes lonas y se dejan secar al sol durante 10-15 días. Se voltean regularmente para lograr un secado uniforme. El sol, el clima seco y los vientos cálidos de la región proporcionan las condiciones ideales para deshidratar lentamente los pimientos y concentrar su sabor.
Una vez secos, los pimientos se muelen para producir las variadas calidades de pimentón, desde el dulce hasta el picante. Este método tradicional de cultivo, cosecha y secado es fundamental para obtener el inconfundible sabor, color y aroma del auténtico Pimentón de la Vera. Es una parte integral de la cultura gastronómica española que ha perdurado durante generaciones.
El secado del pimentón
El secado del pimentón es un proceso lento y meticuloso que permite preservar al máximo el aroma y sabor de esta especia. Una vez recolectados, los pimientos se transportan a los secaderos, instalaciones especiales para el secado del pimentón. Allí, los pimientos se cuelgan de los rastrillos, unas varas de madera, y se dejan secar al sol durante un periodo que puede durar de 10 días a dos semanas.
El secado al sol
El secado al sol es el método tradicional y el que produce los mejores resultados. Los pimientos se exponen al sol durante el día, y por las noches se cubren con toldos para protegerlos del rocío. Este proceso lento de deshidratación natural permite que los pimientos retengan intactos sus aceites esenciales, responsables del inconfundible aroma y sabor del pimentón de la Vera.
Los pimientos se van secando poco a poco, reduciendo su tamaño y cambiando de color a un rojo intenso. Para comprobar si están listos, se realiza la “prueba del crujido”: se aprieta un pimiento con los dedos, y si cruje significa que ha perdido suficiente humedad y está listo para el siguiente paso.
La molienda
Una vez secos, los pimientos pasan a la molienda, donde se muelen hasta convertirse en la especia en polvo tan apreciada. Mediante un proceso mecánico, los pimientos se trituran y tamizan para obtener un polvo fino de gran calidad, libre de impurezas. El pimentón está listo para envasarse y distribuirse, conservando todo su aroma, color y sabor, listo para realzar el gusto de platos de todo el mundo.
Pimentón DOP
Y eso es todo lo que hay que saber sobre cómo llega el pimentón de la vera a tu mesa. Desde los cuidadosos cultivadores que seleccionan las mejores semillas, monitorean el crecimiento de las plantas y recolectan los pimientos en el momento justo, hasta los artesanos que los secan y muelen con maestría, el proceso requiere de mucha paciencia y experiencia. La próxima vez que uses este condimento tan especial en tus platos, piensa en el viaje que ha realizado desde los campos de Extremadura para llegar a tu cocina. Ahora valorarás aún más el sabor tan característico del pimentón de la vera y el trabajo de todos aquellos que han permitido que un poco de magia culinaria española llegue a tu mesa.
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